lunes, 13 de junio de 2011

Monestir Sant Pere de Rodes

El origen del monasterio se encuentra envuelto por leyendas, que unidas a los interrogantes arqueológicos e históricos, hace que el lugar tenga un cierto aire de misterio. Estas leyendas hablan también del cuerpo, o de las reliquias, de san Pedro y de otros santos, depositadas en este lugar desde la antigüedad.

Según la leyenda, naufragaron en la bahía cristianos que venían de Roma y prometieron la construcción del monasterio como ofrenda a Dios en este lugar. La doctrina cristiana entiende Sant Pere de Rodes como uno de los más significativos monasterios. La primera mención oficial del monasterio data del año 878.


Fue restaurado a raíz de la publicación del libro que presentó el hallazgo y análisis de un reducido maletín conteniendo reliquias identificables como de san Pedro Apóstol, las cuales en el año 610 fueron alejadas por mar de la ciudad de Roma donde habían sido veneradas en la subterránea cripta ("la Confesión" bajo el altar) de San Pedro del Vaticano. Allí nunca regresaron.

Dentro de un "maletín" decorado con láminas de hueso, y envuelto con un delantal a la medida del pontífice Gregorio I "El Magno" había diminutos relicarios. Además incluyó en su interior una ara portátil (con inscripciones) destinada a celebrar misa los religiosos custodios durante su travesía marítima, cuando Roma estuvo seriamente amenazada por una invasión oriental.
El lote de relicarios (sin tapa) fue accidentalmente recuperado justo doce siglos después de su ocultación en el muro de la cripta subterránea bajo el altar mayor de Sant Pere de Rodes.


Tuvo una gran vitalidad hasta el fin del siglo XIV, pero luego entró en franca decadencia, con la relajación de la vida comunitaria, falta de donaciones a favor del monasterio ... lo que hay que añadir los efectos de la peste negra (1345), que se llevó a veinticuatro monjes. El miedo a la piratería hizo que el lugar se fortificara.
A partir del 1447 el centro fue dirigido por abades comendatarios, lo que agravó su decadencia. En 1654 el lugar se abandonó durante seis años debido a la guerra, hecho que marca el inicio del expolio de sus bienes. Los efectos de los enfrentamientos bélicos con los franceses llevaron a sucesivos saqueos. La Biblia de Rodes, ahora en la Biblioteca Nacional de Francia, fue expoliada en 1693.
En el siglo dieciocho se llega a un estado de decadencia total. En 1726 es nuevamente saqueado y en 1798 la comunidad se traslada a Vila-sacra y de ahí a Figueres (1809).

Las excavaciones arqueológicas posteriores a 1990 dieron muy buenos resultados, promoviendo incluso la restauración de todo el complejo abacial, y en especial la iglesia.

Hasta descubrirse las dichas reliquias, era imposible justificar las vastas dimensiones de la iglesia y del monasterio, al ser un sector muy aislado en la costa del Golfo de Roses, pero posteriormente se hallaron allí varios tesoros: Monedas de oro y plata, antiguas baldosas de cerámica, e incluso pinturas románicas en los muros de un claustro inferior, desconocido hasta mediados del siglo XX.


Lo cierto es que junto al monasterio se conservan unas estructuras de origen muy antiguo, posiblemente romano, y que de este lugar proceden pequeños fragmentos marmóreos decorados, de aquella época, reutilizados más adelante
Cómo llegar

Al monasterio se llega en coche por la carretera del Port de la Selva o de Vilajuïga. Numerosos senderos también conducen allí. El camino que parte de la Vall de Santa Creu, aunque siendo un poco difícil, nos parece especialmente recomendable.

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